Si ya reservaste tu vuelo para Budapest y ha llegado el momento de elegir hotel, seguramente te estarás preguntando cuál es la mejor parte de la ciudad para pasar algunos días, preferiblemente una zona tranquila pero también cercana a todas las atracciones principales de la ciudad.

Como ya sabes, Budapest está dividida por el río Danubio en dos partes: Buda es la parte oeste, la más misteriosa, llena de interesantes joyas escondidas que descubrir; mientras que Pest, en la parte este, tiene muchas atracciones turísticas y actividades para hacer.

Pues bien, cuando elegí pasar algunas noches en el art’otel budapest temía que, estando en la parte de Buda, pudiese ser un poco difícil cruzar el río cada día para ir al centro de la ciudad.

Pero al final de mi estancia me he alegrado tanto de mi elección que no tengo ninguna duda: en mi próxima visita a Budapest seguro que pernoctaré en el mismo sitio.

¿Quieres saber por qué? 🙂

 

 

ES, SIMPLEMENTE, PRECIOSO

Como el mismo nombre sugiere, la apariencia del art’otel budapest está completamente relacionada con el arte y el diseño. Desde las paredes hasta las moquetas, desde los sofás hasta las camas, todo tiene un estilo único, todos los ambientes están decorados con colorido y adorables detalles.

 

 

El completo diseño del art’otel budapest está esbozado por Donald Sultan, un artista contemporáneo americano que experimenta con la utilización de materiales y métodos industriales para crear sus pinturas.

 

 

Toda esta atención al arte es evidente en cada una de las esquinas del art’otel budapest, y el cuidado por los detalles hace de este un lugar absolutamente único.

 

 

SU UBICACIÓN ES PERFECTA

Como te dije al principio, el art’otel budapest está ubicado en Buda, la parte oeste de Budapest. Podría parecer una posición remota, pero para nada es así: puedes llegar hasta el centro de la ciudad cruzando el Puente de las Cadenas en un apacible paseo de 15 minutos junto al río. Si no quieres ir andando, tienes tres opciones distintas: coger un tranvía justo enfrente del hotel, coger un autobús en el Puente de las Cadenas o ir hasta la estación de metro Batthyány. Sea cual sea la opción que elijas, estarás en Pest en unos 20 minutos.

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Gracias a su localización, el art’otel budapest tiene una doble ventaja: aunque está muy cerca del centro, es muy tranquila y pacífica, y no tendrás que pasar por las ruidosas y abarrotadas calles de la ciudad. Y sobre todo, estando en Buda, el hotel te da la posibilidad de disfrutar de una posición privilegiada. Y esto nos lleva directamente al próximo punto.

 

LAS VISTAS SON ESPECTACULARES

El edificio se yergue enfrente del río Danubio, y este aspecto provoca que el lugar sea mágico. Por eso mismo tendrás una increíble habitación con vistas, ya estés en la parte frontal del edificio como en la trasera.

La ventana de mi habitación se alzaba sobre el río, el área entre el edificio del Parlamento y el Puente de las Cadenas, y el panorama era increíblemente bonito, sobre todo de noche, cuando todo está iluminado y el Danubio brilla.

 

Estas eran las vistas desde mi habitación por la noche

 

En la parte trasera, desde el hotel se ve la Colina de Buda, con su inmenso castillo, la Iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores, en una atmósfera de cuento de hadas.

 

 

TIENE TODO LO QUE NECESITAS

Pienso que todos nos merecemos un descanso para relajarnos y que nos mimen. Pues bien, según mi experiencia, el art’otel budapest es ideal para esto.

Comencemos por la habitación: todo estaba superlimpio, el baño era espacioso y muy, muy agradable, la cama, increíblemente cómoda, y tenía un armario completo, una gran televisión e incluso un minibar.

 

 

Dejando a un lado el hecho de que fui recibida con unas deliciosas chocolatinas (¿cómo sabían que el chocolate me vuelve loca?), mi reserva incluía el desayuno, pero no me esperaba un bufé así de inmenso, lleno de comida deliciosa y fresca. Tiene literalmente todo lo que puedas comer: fruta, verduras, pan, bacon, huevos, quesos, champiñones, pero también cruasanes, muffins, bizcochos, yogur, muesli, y también café, té, chocolate caliente, cappuccino, zumos de frutas. Todo casero y simplemente delicioso. ¡Levantarse por la mañana nunca había sido tan placentero! 🙂

 

 

 

 

Y eso no es todo. El hotel ofrece, gratis, una línea veloz de wifi, un gimnasio y, por si no fuese suficiente, una sauna, la mejor opción para pasar una tarde de nieve de pleno invierno, ¡como hice yo misma! 🙂

 

 

MI INCREÍBLEMENTE BUENA EXPERIENCIA

Podría continuar enumerando todos los aspectos positivos que hicieron que mi estancia fuese buenísima, aunque soy consciente de que corro el riesgo de no parecer honesta.

Pero la verdad es que realmente me encantó pasar esas noches en el art’otel budapest.

El hotel no está solamente bien ubicado en la ciudad, sino que también ofrece unas vistas privilegiadas desde las habitaciones; no es solo un lugar grande, limpio y bonito, sino que todo está perfectamente cuidado y verdaderamente tienes a tu disposición todo lo que necesitas.

Personalmente, no podría desear nada más de un hotel. ¿Y tú? 🙂

 

*Gracias a art’otel budapest por ofrecerme una estancia de cortesia. No he recibido dinero por este post. Todas las opiniones, como siempre, son las mías propias.*

 

Traducción a cargo de Jaime Castro García, de Enlibrado.

 

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.