Sídney es una ciudad que te ofrece muchísimas cosas que hacer, lugares que ver, playas en las que relajarte sorbiendo un cóctel o cabalgando una ola con una tabla de surf. Imagino que ya sabrás todo esto.

Lo que quizá no sabes es que en lo que de verdad merece la pena gastar un día de tu estancia en Sídney es en una excursión a las Blue Mountains (Montañas Azules).

A unos 200 kilómetros de la ciudad, se puede llegar a ellas en coche sin problema, pero también están bien conectadas a través de tren y autobús. Es uno de los parques naturales australianos más extraordinarios.

La emoción que he sentido ante tal espectáculo de la naturaleza no creo que sea capaz de describirla.

 

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Pero centrémonos en los aspectos prácticos. Inicialmente –después de algunas búsquedas en la web- tenía una única certeza: visitar las Blue Mountains sería caro. Muy caro.

Pero mi espíritu de viajera –que predomina siempre sobre el de “turista”- no ha querido rendirse. Y así, llegando hasta el fondo de mis búsquedas, he conseguido organizar mi visita a las Blue Mountains de un modo completamente low cost.

¿Cómo? Siguiendo tres simples directrices.

 

  1. Evitar los tour organizados 

La tentación puede ser fortísima –me ha sucedido también a mí: está todo ya organizado, solo debes subir y bajar de un autobús y gozar el panorama y las explicaciones dadas por un expertísimo guía turístico. Pero, además de apagar el entusiasmo de la exploración, la comodidad tiene un coste. Que va de un mínimo de 90 hasta incluso los 200 dólares australianos.

 

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  1. Aprovechar la Opal Card

Si sales de Sídney, seguramente tendrás ya una Opal Card, indispensable para moverte por la ciudad con los medios de transporte públicos. Siempre que no decidas alquilar un coche –opción que puede tener también un coste contenido si viajas con otras personas- te aconsejo llegar a las Blue Mountains en tren.

Directamente de la Estación Central de Sídney, cada hora sale un tren hacia Katoomba –probablemente la zona más importante de las Blue Mountains (puedes consultar los horarios de los trenes en el sitio web de los transportes de New South Wales, la región donde se encuentran). El viaje dura dos horas, y su coste, con la Opal Card, es de 2,50 AUD. Y lo mismo para el retorno a la ciudad. Un buen ahorro, ¿no? 🙂

 

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  1. Crear un plan a tu medida

Las Blue Mountains cubren un área de más de 11.000 km²: para explorarlas por completo –además de suponer un esfuerzo casi sobrehumano- se necesita tiempo, mucho esfuerzo, y además tiene un coste. Confórmate con visitar los puntos de mayor interés, que no tienen que ser por fuerza los turísticos. Tómate tu tiempo para hacer algunas búsquedas y créate un itinerario a tu medida, en base a tus preferencias. Te aseguro que una jornada es suficiente para disfrutar del esplendor de las Blue Mountains.

Personalmente, te aconsejo que no te pierdas:

 

  • Las Wentworth Falls

Baja del tren dos paradas antes de Katoomba (la parada se llama mismamente Wentwoth Falls) y, atravesando el pueblecito, te encontrarás al borde del parque. Desde allí comienza una serie de recorridos a pie a través de zonas de bosques pluviales e increíbles cascadas. Es verdaderamente espectacular.

 

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  • Las Three Sisters

Probablemente, la principal atracción de las Blue Mountains, por varios motivos que solo puedes comprender por completo cuando te encuentres allí. El Echo Point ofrece una vista desde lo alto del bosque, y es justamente en ese punto en el que comprendes de donde toman su nombre las Blue Mountains. Están completamente revestidas de un color azul intenso, difícil de imaginar antes de verlo con tus propios ojos e imposible de inmortalizar en su integridad. Es un escenario increíble. Hacen de marco al panorama, y son protagonistas discretas de este espectáculo de la naturaleza, las Three Sisters, tres rocas a las que se ha relacionado con varias leyendas, cada una con su propio nombre: Meehni, de 922 metros de altura, Wimlah, de 918 metros, y Gunnedoo, de 906.

 

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Visitar las Blue Montains es un regalo que te tienes que hacer. Además de transcurrir una bonita jornada lejos del caos de la ciudad, este lugar es realmente capaz de regalarte un poco de magia, dejándote en la mente imágenes de una naturaleza inmaculada, majestuosa e increíblemente única.

 

Traducción a cargo de Jaime Castro García, de Enlibrado.

 

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.