Histórica torre de guardia en la ribera del río Guadalquivir, la Torre del Oro de Sevilla es uno de los símbolos de la ciudad, además de ser unos de los lugares más fotografiados. Si ya has estado en Sevilla sabrás esto perfectamente: su aura dorada que se refleja en el río le confiere un encanto irresistible.

La Torre del Oro no solo llama la atención de los visitantes, sino que también es el orgullo de los ciudadanos de Sevilla, que históricamente han demostrado su amor por este monumento, salvándolo –como veremos más adelante– de la demolición en diversas ocasiones.

 

 

UNA HISTORIA ANTIGUA

Construida alrededor de 1220 para controlar el acceso al puerto, la Torre del Oro era parte de las murallas que protegían la ciudad y servía para controlar las entradas desde el río y para impedir que los cristianos atacasen desde ahí.

Lo que no todos saben (y que incluso muchos sevillanos ignoran) es que en la margen opuesta del río Guadalquivir, en el barrio de Triana, había otra torre gemela, y cuando era necesario entre las dos se extendía una gran cadena para impedir el paso a las embarcaciones. De la torre de Triana hoy en día no queda nada, y es que probablemente fue destruida por el terremoto de 1755.

Una vez terminada la dominación árabe en España la torre perdió su función puramente defensiva, transformándose primero en una capilla dedicada a San Isidro, luego en una cárcel, después en un almacén para los bienes procedentes de las Indias. Su última función fue la de oficina de la Marina y, desde 1936, la torre alberga un pequeño museo naval.

 

 

EL ORIGEN DEL NOMBRE

La denominación de “Torre del Oro” tiene un origen poco claro. Según algunos, deriva del hecho de que en la misma torre se depositaban los metales preciosos y las riquezas que llegaban a España a través del mar. Otros, en cambio, sostienen que el nombre deriva del brillo dorado que la torre emana en las aguas del río en las que se refleja. Personalmente, prefiero esta última versión. 🙂

En todo caso, después de la última restauración, en 2005, se ha descubierto que el edificio no estaba recubierto de azulejos como se pensaba sino de un material mezcla de cal y paja, y que era justamente eso lo que le confería el reflejo de color oro.

 

 

EL AMOR DE LOS HABITANTES DE SEVILLA

La Torre del Oro ha corrido el riesgo muchísimas veces de ser demolida, y en varias ocasiones ha sido salvada por los mismos sevillanos, orgullosos y devotos de este pedazo de historia antigua.

Cuando en 1248 Fernando I de Castilla conquistó la ciudad, por ejemplo, la torre no se volvió a usar y fue casi abandonada por completo, perdiendo su rol en la ciudad. En el transcurso del siglo XVI estuvo a punto de derrumbarse muchas veces y el terremoto de 1755 (el que destruyó la ciudad de Lisboa) causó graves daños a la estructura de la torre, hasta tal punto que se planificó su demolición. Pero fueron los mismos sevillanos los que la salvaron, escribiendo una carta al rey, que, al final, decidió no abatir la torre.

Durante la revolución “La Gloriosa” de 1868 una parte de la muralla de la ciudad fue puesta a la venta, y la torre sufrió daños posteriormente, viéndose obligada a afrontar de nuevo la amenaza de la demolición y, otra vez, fue salvada por los habitantes de Sevilla.

No sorprende, por tanto, comprobar cómo todavía hoy los sevillanos le tengan tanto cariño a la Torre del Oro, que se ha ganado a lo largo de los siglos el rol de uno de los símbolos de la ciudad, testigo de luchas históricas y de supervivencia.

 

VISITAR LA TORRE DEL ORO

En el interior de la Torre del Oro se encuentra el Museo Naval de Sevilla, en el que están expuestos documentos históricos, hallazgos marítimos, partes de embarcaciones, cuadros y cartas náuticas que atestiguan el rol de Sevilla como ciudad marítima a lo largo del tiempo.

Entre los objetos más significativos del museo, un cañón del siglo XVI a la entrada de la torre, mientras que en el primer piso se conserva una reproducción del primer mapa del mundo científico, realizado por Diego Ribero en el siglo XVI.

Te aconsejo subir hasta el punto más alto de la torre. Y es que desde allí podrás gozar de unas vistas imponente sobre el río y parte de la ciudad. Además, podrías aprovechar y dar un agradable paseo hasta llegar a la Plaza de España, que no está muy alejada de la Torre del Oro.

 

 

HORARIO Y BILLETES

Puedes visitar la Torre del Oro:

– De lunes a viernes de 9:30 a 18:30

– Sábado y domingo de 10:30 a 18:30

El museo y la estructura cierran durante los días de fiesta.

Los precios de los billetes son:

– 3 euros entero

– 1,50 reducido (para personas de menos de 14 años o más de 65)

– Gratis para niños hasta los 6 años.

 

La Torre del Oro desempeña un rol central en Sevilla, no solo porque representa la antigua historia de la ciudad, sino también porque, aún hoy en día, es uno de sus símbolos.

Durante un paseo al atardecer bordeando el río, serás literalmente deslumbrado por el esplendor de la torre y no podrás resistirte a su encanto. 🙂

 

Traducción a cargo de Jaime Castro García, de Enlibrado.

 

Follow my blog on Bloglovin

 

 

avatar
Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.