Aunque hayas visitado ya la ciudad o que sea tu primera vez, pero te propongo mi lista de las 5 cosas que hacer en Amsterdam que van más allá de los habituales lugares turísticos y la trasgresividad asociada a esta ciudad.

Un paseo en el barrio Jordaan

Probablemente acabarás allí si tienes en programa visitar la Casa de Anna Frank, pero debes saber que este museo no es la cosa más atractiva que el barrio te puede ofrecer. Resérvate al menos una horita de tiempo para pasear entre las callejuelas de esta zona de Amsterdam; te darás cuenta de que contienen todo el alma de la ciudad. Las bicicletas aparcadas delante de los portones de las casas, los pequeños ramos de flores que los ciudadanos cuidan a las puertas de sus viviendas, las vitrinas de las pequeñas boutiques, las cafeterías frecuentadas por los trabajadores del lugar… La tranquilidad de la vida ciudadana alejada de las zonas más turísticas es la que, a mi entender, te deja la impresión más auténtica de una ciudad.

Una vuelta por Albert Cuyptmarkt

Es el mercado más variado de Amsterdam, a dos pasos del Barrio de los Museos, con cientos de puestos de todo tipo, desde la ropa hasta los souvenirs, del mobiliario a la comida. Es colorido y lleno de vida, y ofrece un escenario muy artístico para recorrer. Te lo aconsejo para un paseo a la hora del almuerzo: encontrarás excelente comida local a precios muy accesibles. (Si quieres mayor información visita el sitio oficial).

Una vuelta por Amsterdam Noord

La zona de la ciudad que se encuentra más allá del río Ij, y es accesible en cinco minutos de ferry. La particularidad reside mismamente en tomar el ferry, que es una experiencia que decididamente te aconsejo hacer. Es gratuito, sale cada 5 minutos de la Estación Central de la ciudad, y te proporciona casi la sensación de estar en el mar: el río es muy grande y desde el ferry ofrece unas vistas impresionantes. Aterrizado en el barrio Noord, da un paseo dejándote guiar por tu instinto: es una zona muy verde y tranquila, al resguardo del caos de las zonas más turísticas del centro.

Una cerveza en Brouwerij’t

En la zona noreste de la ciudad, esta cervecería está situada a los pies de un viejo molino que conserva original todo su interior. Es un ambiente muy informal, a menudo caótico, que ofrece una vasta elección de cervezas artesanales a un precio ridículo, para acompañar con la degustación de algún queso o del salchichón local (todos los productos y los detalles en su sitio web). Muy frecuentado por la gente del lugar, es la ideal velada estiva, cuando puedas acomodarte en el patio y gozar de la vista del molino. Hazme caso, te gustará muchísimo.

Una excursión a los pueblecitos cercanos a Amsterdam

Si tienes algún día a disposición, te aconsejo coger un tren y dar una vuelta en cualquier pueblecito de los alrededores de Amsterdam. Ya sea en Haarlem (a pocos minutos de distancia) o en La Haya (a 35 minutos en tren), estos lugares te darán una idea mucho más real del estilo de las ciudades holandesas. Aparte de conservar una estructura muy típica, ofrecen unos centros históricos deliciosos, con grandes vías peatonales bordeadas de cafeterías, librerías, tiendas de antigüedades, talleres, galerías de arte. Lo ideal para tomarse un respiro de la gran ciudad sin renunciar a las maravillas del lugar.

Holanda es un país fascinante, que no deja nunca de asombrarte. Por eso, si hay cualquier otro punto que añadir a mi lista, o si ya has probado alguno de los míos, no dudes en contármelo 🙂

Traducción a cargo de Jaime Castro García de Enlibrado

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.