Si tú también eres una de esas personas que antes de un viaje hace una infinidad de búsquedas y comienza a fantasear sobre el lugar, entonces, sin duda, debo confesártelo: Cracovia ha ido más allá de mis expectativas.

Seriamente: ninguna guía turística ha conseguido, antes de mi viaje, transmitirme lo que realmente Cracovia es capaz de ofrecer.

Es una ciudad joven, dinámica, colorida, llena de actividades culturales, de vida nocturna, con platos típicos deliciosos y un coste de vida decididamente bajo. Para hacerlo breve, si estás pensando en pasar algunos días en Cracovia, no te lo pienses dos veces: ¡reserva ese dichoso billete aéreo (las opciones low cost no faltan) y vuela hacia allá!

 

>Lee: 5 cosas que debes saber antes de visitar Auschwitz

 

Krakow Clara on the road

 

Alguna información práctica

 

La moneda

En Polonia la moneda corriente es el zloty, y un zloty equivale a unos 0,24 euros. Cuando se viaja a países en los que la moneda local tiene un valor inferior respecto a la de tu propio país de proveniencia, conviene siempre cambiar el dinero propio en el país de destino. No obstante, te desaconsejo el cambio en los aeropuertos: es siempre menos ventajoso respecto al del centro de la ciudad. Si consigues llegar al centro de Cracovia sin necesidad de contante, allí no sabrás cuál de las numerosísimas oficinas de cambio elegir (personalmente, te aconsejo la que se encuentra en el número 40 de Ulica Florianska). Si no, si necesitas contante para llegar hasta el centro, cambia el mínimo indispensable en la oficina del aeropuerto, y el resto en la ciudad.

 

Desde el aeropuerto hasta el centro de Cracovia

El aeropuerto de Cracovia-Balice se encuentra a 11 kilómetros de la ciudad. Para llegar al centro el método más rápido y conveniente es, sin duda, el tren: la estación está situada justamente en el interior del aeropuerto y parte un tren hacia la estación central de Cracovia cada 30 minutos aproximadamente. El billete cuesta 9 zloty (poco más de 2 euros) y puedes adquirirlo directamente a bordo o también en las máquinas automáticas en el binario o en el mismo aeropuerto.

 

Qué ver en Cracovia

A partir de las búsquedas que hice antes de viajar, pensaba que mis 3 días en Cracovia habrían bastado (y sobrado) para explorar lo mejor de la ciudad. No ha sido así. Cracovia es tan rica y ofrece tantísimas opciones que he debido irme con la promesa de volver.

Si decides organizar excursiones fuera de la ciudad (como una visita a Auschwitz-Birkenau), debes tener en consideración al menos 5 días -solo para volver plenamente satisfecho del viaje-.

 

Stare Miasto, el centro histórico 

La entera área circundada por el parque Planty (una franja de verde destinada a ser jardín público que parte del Barbacane y se alarga hasta la colina del Wawel) es el Stare Miasto, la ciudad vieja de Cracovia, considerada el centro histórico. Solo en el interior de la ciudad vieja, los atractivos que no te puedes perder son muchos.

Rynek Główny, la plaza del mercado, es la plaza medieval más grande de Europa (200 metros cuadrados) y a ella se asoman los mayores monumentos de la ciudad. En el centro de la plaza está el Sukiennice, el Mercado de los Tejidos, un gran edificio en cuya planta baja encuentras un mercadillo de artesanía local y souvenirs, mientras que el primer piso está ocupado por la Galería de Arte Polaco del siglo XIX.

 

Rynek Główny Clara on the road

 

En un ángulo de la plaza Rynek Główny surge la Kościół Mariacki, la Basilica di Santa María, un edificio imponente con dos altas torres que te aconsejo visitar.

En el extremo norte del centro histórico de Cracovia está el Barbakan, un bastión medieval a través del cual entraban en ciudad los vencedores de las batallas con sus prisioneros de guerra, al lado de la Brama Florianska, la Puerta de San Florián, la única puerta original de las antiguas fortificaciones de la ciudad que resiste hasta el día de hoy.

 

Barbakan Clara on the road

 

En el lado opuesto al centro histórico (por tanto, al sur) se yergue la Wzgórze Wawelskie, la colina de Wawel, lugar al que te aconsejo dedicar un poco de tiempo (posiblemente no en el horario más caluroso de la jornada). La colina es un lugar muy simbólico para la historia de los polacos y alberga el Zamek Krolewski, el Castillo de Wawel y la Katedra Wawelska, la catedral. Del castillo puedes visitar las habitaciones reales y la colección de arte que incluye la famosa Dama del armiño de Leonardo de Vinci. La Catedreal de Wawel, en cambio, es el santuario nacional de Polonia, donde se celebraban tradicionalmente las coronaciones de los soberanos polacos: comprende varias capillas y las tumbas de numerosísimos personajes famosas y soberanos polacos.

 

Wawel Clara on the road

 

Kamizierz, el ex gueto judío

En el exterior del parque Planty, pero a dos pasos del centro histórico de Cracovia, está el barrio Kamizierz. Exgueto judío, hoy es una zona viva y llena de actividades artísticas y culturales. Plac Nowy es el corazón del barrio y ofrece numerosísimos restaurantes, quioscos de street food, locales nocturnos y tiendecillas típicas. Los domingos por la mañana alberga un rastrillo muy característico y por las noches se convierte en el corazón de la vida nocturna juvenil.

Kamizierz es también el eje de la cultura judía de Cracovia: para no perderte, una visita a la Stara Synagoga, el lugar de culto judío más antiguo del país, que hoy hospeda un museo dedicado al arte y a las tradiciones judías. La Sinagoga de Remuh es la más pequeña del barrio y la única regularmente utilizada para las funciones religiosas, en cuya parte trasera se encuentra el Cementerio de Remuh, utilizado para las sepulturas hasta finales del siglo XVIII.

 

Plac Nowy Clara on the road

 

Podgórze

El barrio de Podgórze se encuentra en la orilla derecha del Vístula. Esta área de la ciudad desempeñó un rol crucial durante la Segunda Guerra Mundial: fue aquí donde los nazis reagruparon unos 15.000 judíos en un gueto para luego vaciarlo con las deportaciones. El elemento central del gueto era la Plac Zgody, que hoy acoge el monumento de las 70 sillas vacías, realizado para representar el mobiliario y los otros objetos dejados por los deportados. También en la plaza, en el lado sur, encontrarás Farmacia del Águila, que hoy alberga un museo pero que durante la ocupación estaba operativa y dirigida por Tadeusz Pankiewicz, un farmacista no judío que se encontró viviendo en el gueto en los año más brutales y asistió a las peores atrocidades. Su testimonio está recogido en un libro maravilloso que te aconsejo leer.

 

> Lee la reseña del libro La farmacia del gueto de Cracovia

 

Sedie Vuote Cracovia Clara on the road

 

Podría continuar escribiendo sobre esta maravillosa urbe, pero, aparte de las cosas que no debes de ninguna manera perder, el mejor consejo que te puedo dar es el de perderte entre las callejuelas de Cracovia, explorar los ángulos escondidos, probar los bocados típicos ¡y dejarte sorprender por esta encantadora ciudad!

 

Traducción a cargo de Jaime Castro García, de Enlibrado.

 

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.