Todo aquel que haya estado en Sevilla lo sabe: la Plaza de España es una etapa irrenunciable de la visita a la ciudad; uno de esos lugares que de ninguna manera puedes dejar de visitar.

Revestida de un aura casi mágica, la Plaza de España, gracias a sus colores tenues y a sus formas definidas típicas de la arquitectura neomorisca, parece un lugar de cuento de hadas, un espacio fuera del tiempo.

plaza de espana

La construcción, que comenzó en 1914 y terminó quince años después con ocasión de la Exposición Iberoamericana de 2929, requirió el arte y el trabajo de más de mil trabajadores. El complejo entero, que comprende la plaza, un edificio de ladrillo de forma semicircular con dos torres y un canal de 515 metros, ocupa alrededor de 50.000 metros cuadrados.

El encanto de la Plaza de España, más que en la extraordinaria belleza de las formas y de los colores de sus ladrillos a la vista, mármoles y cerámicas, reside en el simbolismo que la constituye. La forma semicircular de la plaza representa el abrazo de España a sus colonias, y, mirando hacia el río Guadalquivir, indica el camino a seguir hacia América.

 

plaza de espana

El canal que recorre la plaza está atravesado por cuatro pequeños puentes, que simbolizan los cuatros antiguos reinos de España: Castilla, Aragón, Navarra y León. Está circundada de un enorme palacio con dos torres a los extremos; sobre las paredes del edificio, debajo del gran pórtico barroco, hay varios bancos, todos revestidos de cerámica, que forman 49 pequeños espacios, cada uno de los cuales representa una provincia española (actualmente las provincias españolas son 50: las Islas Canarias han sido divididas en Gran Canaria y Tenerife en 1927, después de la proyección de la plaza). Detrás de cada uno de estos bancos, un mosaico representa los eventos históricos y los escudos del lugar, mientras a sus pies se observa el mapa geográfico de la provincia.

Hoy en día la Plaza de España es una de las principales metas turísticas de Sevilla. Flanqueada por el vasto Parque de María Luisa, otra inevitable etapa para disfrutar de un placentero paseo por la vegetación, la Plaza de España, con sus pórticos, ofrece un respiro durante las calurosas jornadas estivales, mientras que durante la puesta de sol reaviva sus colores y se convierte en un escenario todavía más encantador. Además, es posible recorrer el canal en barca, alquilando una por pocos euros.

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La plaza está abierta a todos de manera gratuita, pero, por motivos de seguridad, de noviembre a marzo cierra a las 22, mientras en los meses estivos lo hace a las 24. Todas las informaciones prácticas están disponibles en su página web oficial.

Por todo esto, si te encuentras en Sevilla no puedes no programar una visita a la Plaza de España, no solo porque es uno de los lugares simbólicos de la ciudad, sino también y sobre todo porque solamente podrás disfrutar plenamente de su increíble belleza admirándola con tus propios ojos.

 

Traducción a cargo de Jaime Castro García de Enlibrado

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.