Entre las muchas cosas que hacer en la capital eslovaca, los castillos de Bratislava son, claramente, una etapa fascinante y muy particular. Uno se encuentra en la ciudad, el otro, a algunos kilómetros de distancia pero, de todas maneras, fácilmente accesible, y juntos son un símbolo de historia y tradición.

 El castillo de Bratislava

El castillo de Bratislava es un símbolo de la ciudad, hasta el punto de ser Castelloreproducido en las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro. Ubicado sobre una colina, además de ser visible desde la ciudad ofrece una vista panorámica de Bratislava completa y cautivadora.. En el interior hospeda las colecciones del Museo Nacional Eslovaco, un conjunto de más de tres mil cuadros, estatuas y grabados también extranjeros, agrupados por temas. El castillo también es sede del Museo de la Música y acoge, periódicamente, exposiciones temporales.

Para llegar al castillo puedes decidir entre dar un paseo desde el centro histórico de la ciudad, paseo un poco en cuesta pero muy, muy sugerente; o también, igualmente desde el centro, coger el autobús 203 o 207.

Está cerrado los lunes, y de martes a domingo es posible visitarlo desde las 9 hasta las 17, o pagando el precio completo de 2 euros o aprovechando el billete reducido a 1,33 reservado a niños y estudiantes. Para información más detallada te aconsejo visitar el sitio web oficial. Vale la pena, fíate.

El castillo de Devin

El castillo de Devin está situado a diez kilómetros de Bratislava, pero es
fácilmente accesible cogiendo el autobús 29 en la parada bajo el Novy Most (Puente Nuevo).

DevinEl castillo, uno de los más antiguos de Eslovaquia, es una fortaleza enclavada sobre una colina. La construcción principal y las grutas son usadas como espacios expositivos para muestras permanentes o estacionales que cuentan la historia de las excavaciones del castillo, exhibiendo los objetos encontrados. Es también muy sugerente el área externa, que propone un paseo en medio de los restos antiguos del castillo, entre los que destaca la Torre de la Niña, protagonista de una leyenda que narra que muchas niñas, prisioneras por voluntad de sus propios padres, preferían lanzarse de la torre antes que vivir sin su amor.

El panorama que se admira desde el castillo es encantador: desde un lado puedes admirar los tejados de la parte oeste del pueblo, y desde el otro, la imponencia del río.

Los horarios de apertura del castillo varían según la estación, y el precio de ingreso es de 3 euros para los adultos y de 1,30 euros para los niños, estudiantes y ancianos. En verano acoge numerosos festivales y en los espacios abiertos se organizan espectáculos históricos de batallas.

Si tienes un poco de tiempo a disposición, te aconsejo visitar ambos castillos, no solo por la riqueza histórica y cultural que representan, sino también porque los dos ofrecen una panorámica del lugar que los acoge realmente increíble.

Traducción a cargo de Jaime Castro García de Enlibrado

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Chi è l'autore

Escritora de profesión, viajera por pasión (y viceversa), amo explorar lugares nuevos y sumergirme en culturas diferentes, llevando alrededor del mundo mi espíritu meridional.